28 junio 2006

 
Las circunstancias que el azar nos depara no son motivo de vergüenza ni de orgullo, la forma de vivirlas si.

27 junio 2006

 

Mater Amantissima



Decididamente, cuando hicieron el reparto de instinto maternal, yo andaba de farra.
Últimamente vivo rodeada de madres: madres adoptivas, madres naturales, madres primerizas, madres frustradas, madres gestantes, madres sobre protectoras, madres irresponsables, madres Medea, madres ni idea, madres superioras, madres malogradas, ... de putas madres (menos la mía que es una santa, por supuesto).

Y lo malo no es que se empeñen en reproducirse (jesús, que afán de supervivencia, porque no asumen de una puñetera vez que su carga genética es perfectamente prescindible). Lo malo es que se empeñan en mostrarte la evolución de sus churrumbeles con todo lujo de detalles: sus primeros fluidos (¡cómo es posible que dentro de una cosa tan pequeña pueda caber tanta porquería!), sus primeros dientes, sus primeros pasos, sus primeras fotos... y sus segundas y terceras y cuartas... y toda una retahíla de imágenes que gracias a las cámaras digitales se multiplican hasta el infinito y ocupan todo el disco duro del puñetero ordenador donde han ubicado la carpeta común, que (oh, casualidad) es el mío (creo que en breve se va a formatear inexplicablemente).

¿Hay algo más desagradable que estar con el café en la mano a primera hora y que la petarda de turno te explique cómo fueron las cacas de su niño esa mañana? Vamos a ver bonita, te cuento yo mi mierda. Y que coño me importará a mí si tiene el culo irritado... que yo no me fijo en culos de menos de dieciocho años, hermosa, que no quiero problemas con menores. Y qué si le duelen los dientes, ¿te cuento yo lo que me duele la factura del dentista? Y por si fuera poco, las muy imbéciles se empeñan en pescar cuanto virus se le pega al niño, y como son de natural generoso, lo traen al trabajo para compartirlo con todos (viva el altruismo) ¿Por qué no les ponen a las embarazadas en la barriga una etiqueta que diga que la maternidad es perjudicial para la salud, y sobre todo para la de quienes las rodean? Por que desde que en mi trabajo y mi entorno próximo se han puesto a parir (literalmente, antes sólo lo hacían en sentido figurado) mi salud psíquica se ha visto claramente resentida (y ya no era gran cosa).

Herodes, ¿Por qué me has abandonado?




26 junio 2006

 

La hoguera tiene lo que tú das



Pues sí. Un año más he sobrevivido a las llamas. El Ave Fénix, a mi lado, es un pardillo (en cualquiera de sus acepciones). Y este año he salido más indemne que de costumbre. Últimamente acumulaba una larga colección de torceduras, esguinces, quemaduras, depilados flambé...(amo el peligro, que diría la Inefable). Pero esta vez he logrado sobrevivir sin más daño que unas quemadurillas en las suelas, por otro lado inevitable cuando tienes que apoyar el pie en plenas brasas (sí, ya sé que lo de ir con zapatos es una mariconada, el año que viene intentaré hacerlo descalza).

El caso es que ando yo un tanto preocupada con este afán inmolador, esté lanzarme al fuego sin medida, que hasta cuando encienden un mechero a mi lado se me ponen las plumas de punta, y me pongo en guardia, preparada para saltar. ¿Qué cúmulo de faltas estaré intentando purgar (yo, que soy un ángel inocente)? ¿Es que en otra vida probé las llamas de la inquisición... y me gustaron?

23 junio 2006

 

El sueño tendrá que esperar




Pues va a ser que no, que hoy tampoco duermo. Sólo a mí se me ocurre hacer semejante propósito en vísperas de San Juan. Es mi celebración favorita, no lo puedo evitar, en cuanto veo una hoguera, allá voy como una loca (¡Ay! Qué complejo de Juana de Arco). Si es que lo de jugar con fuego siempre me ha provocado.

22 junio 2006

 

Quien tiene una amiga tiene un tesoro

Sí muy bien, pero cuando varios tesoros se te juntan a cenar y están de tertulia hasta las tantas cuando tienes que levantarte antes de que salga el sol, el tesoro empieza a devaluarse. Si al día siguiente, con las ojeras por las rodillas, otro tesoro te lía para viaje relámpago-tour de fin de semana, y te tiene andando sin parar tres días seguidos, empiezas a desear ser pobre. Y cuando acabas de llegar a casa, aún con la maleta sin deshacer, y tienes otro tesoro en la puerta pidiendo mantel y cama, y entre una y otra te cuenta su vida, entonces te entran unas ganas irrefrenables de tirar el tesoro al mar.

Queridos tesoritos: ¡quiero dormir una semana seguida! Cuando mis ojeras recuperen sus dimensiones normales os volveré a querer. Pero mientras tanto, no os ofendáis si desconecto el móvil.

16 junio 2006

 

Puestos a cambiar... cambio de jefe




Mi jefa directa es como una madre: no nos deja vivir tranquilas. Pero por lo menos nos manda a casa cuando estamos enfermas, nos embronca si venimos a trabajar antes de curarnos, nos deja salir si tenemos algo que hacer, nos trae bombones y croissants de vez en cuando, y cuando alguien se encierra a fumar... entra, vuelve a cerrar la puerta y le pide fuego. (Sí, soy cómplice de tamaña fechoría, pero más me molestan las emanaciones tóxicas de los alérgicos al agua y todavía no han hecho una ley contra el guarrerío).

En fin, que casi me compensa el estrés continuo en el que me hace vivir. Porque para una mujer cuadriculada y meticulosa como yo (que ordeno hasta mi frivolidad y llevo una base de datos de mis despropósitos), no deja de resultar desquiciante padecer las instrucciones de una señora al borde de la jubilación, insegura, desorganizada, fóbica, automedicada, hiperventilada y con menos memoria que un grillo, y aún encima de un cariñoso empalagador (el día en que me preguntó si la quería se me fue toda la sangre a por tabaco y tardó un buen rato en volver, luego me tranquilicé cuando vi que hacía lo mismo con todo el mundo ¡Ay, cuánta ausencia de cariño!).

Vamos, que a veces creo que sí, que le tengo querencia, sobre todo esta temporada en que lleva unas semanas de baja y casi, casi empiezo a echarla de menos (¡Ay, cuánto cariño de ausencia!). Principalmente desde que me han comunicado que quizás ya no vuelva por traslado voluntario (no nos quería tanto como decía, la muy pérfida), y sobre todo porque me he enterado que el que ocupará su lugar es licenciado en derecho (Santa María del Casto Legajo nos ampare). Me muero por conocer sus corbatas.

12 junio 2006

 

La funcionaria asesina



Recuerdo que allá en mi tierna adolescencia (o sea, ayer), adquirí este disco, que aún conservo en vinilo (sí, vinilo, esos platos de plástico redondos y negros, que se hacían sonar con una aguja. Y sí sí sí sí sí, sigo manteniendo que fue ayer) de la inefable Alaska. Para la mayoría del personal, la canción más recordada de este disco es el himno petardero-desenfadado y nunca suficientemente ponderado de “A quién le importa”, que aún hoy en día sigue produciendo conmoción general en cualquier garito digno y decente que se precie. Yo de aquella ya era lo suficientemente rebotada como para que no me importara ya qué le importa a quién, por lo que, sin negar el encanto del tema, mi atención se desvío completamente hacía otra de las canciones cuyo mensaje penetró en mí como un relámpago revelador:

“Soy la funcionaria asesina
Buscada por la policía
Y ya he degollado a más de cien
Yo con mi sierra sé que hacer”

Como dice en otra estrofa “mi vocación se reveló”. Ver a La Inefable, sierra eléctrica en mano, fue un revulsivo en mis objetivos vitales. Y lo vi todo claro: “yo de mayor quiero ser funcionaria”. La idea de llevar una vida gris, anodina y burocrática durante el día, y transformarme en una psicópata sanguinaria de noche, elevaba mi morbo a sus más altos niveles...
...Con el paso del tiempo me fui enterando de lo de los moscosos, la jornada continua, la jornada reducida en verano y fiestas patronales, las dietas, los complementos, las residencias de tiempo libre, el café de primera hora, el café de segunda hora, el café de tercera hora..., la manicura, los permisos de enfermedad del pariente de turno, los tres días de baja sin parte, las bajas porque yo lo valgo, el tetris, el salgo un momentito a un recado, el voy a acompañar a mi madre al médico... y el encanto se desvaneció completamente.




La vida del funcionario no puede ser gris y anodina: es una fiesta de luz y de color. Quien goza de semejantes prebendas ¿para qué necesita llenar su existencia a golpe de matanzadetexas? Todo mi morbo se fue a hacer puñetas, divinas y caladitas, que una tiene estilo hasta en el derrumbe, pero puñetas al fin y al cabo.

11 junio 2006

 

No corto pero cambio




La mayor parte de mis amigos, asisten aterrorizados a los cambios de imagen de una mujer, lo suelen ver como la punta de un iceberg que empezará a derretirse en breve provocando oleadas de reformas en su vida. Pues no, criaturas no. No voy a negar que en muchas casos un simple corte de pelo encubre un terremoto espiritual, pero en otras ocasiones, los cambios son pura frivolidad. No es mi caso, por supuessssssto, que no es que no sea frívola, que lo soy, para qué negarlo, y a mucha honra, que el exceso de seriedad es malísimo para la salud.



En realidad es que empezaba a cansarme de verme tan en negro y sin un miserable dibujito con el que entretener la pupila. Será cosa del verano, pero es que estos días no tengo cuerpo de tango, sino más bien de ron y maraca.




08 junio 2006

 

Perfor que???



Si es que no aprendo, no aprendo, no aprendo, siempre vuelvo a picar, está visto que los años sólo me dan arrugas y la experiencia no me da ni los buenos días, jesusjesusjesus, sí, lo confieso, he vuelto a asistir a una “performance” (Ay, la virgen del camino sinuoso).



No sé para que me empeño en estar al día en lo de las actividades “alternativas”, que jamás entenderé porque se llaman así, si no alternan nada, acabas encontrándote con más de lo mismo, y lo más recurrente para algunos escasos de imaginación suele ser jugar a sacrílegos, profanos, irreverentes... y siempre, vaya de lo que vaya (normalmente es difícil adivinar de qué va) es obligatoria una sección de desnudos, aunque sea en plena calle y haga un frío que tumbe a los grajos. Pero hombresdediosnoqueva, que a estás alturas la impiedad con la iconografía está ya más que trasnochada, que los ateos y derivados ya no se molestan en estas cosas, y los creyentes están curados de espantos, que después de ver a Rachi en plan picoleto ya no se inmutan ni con la pasión según los lunnis.

Que, digo yo, que la profanación nunca ha sido un buen negocio, que en el subconsciente de los que no lo tienen claro sigue habiendo un rechazo porque se mantiene un respeto innato a lo sagrado porsi..., no vaya a ser que..., y de los que lo tienen claro (ateos como dios manda), suelen respetar las iconografías ajenas, precisamente porque ni les va ni les viene. Que esta vía de crítica es un error, que si lo que se quiere realmente es incomodar a la iglesia, para eso nunca ha habido nada mejor que la herejía, donde va a parar, atacar desde dentro y con las mismas armas siempre ha hecho más pupita, y además si tiene éxito, les resta adeptos, que eso si que fastidia. Y vale, que sí, que ya ha habido muchas, pero los dogmas son mucho más variopintos y más simpáticos, y siguen dando más juego.

En fin, que la creatividad performancística está en crisis, quien me mandará a mí dármelas de cultureta, con lo entretenidos que son los tebos de toda la vida.

03 junio 2006

 

Qué falta de respeto, qué atropello a la razón.





En estos días ha tenido lugar uno de los principales eventos parlamentarios de cualquier país democrático mínimamente serio: ¡El debate sobre el estado de la nación !

(¡jesús! ¡y yo con estos pelos! )

A estas alturas ya nadie espera que nuestra clase (es un decir) política sea ni democrática ni seria, pero esa es otra cuestión que daría para varios días. El caso es: ¿Alguien sabe de qué se ha hablado en el chiringuito de los leones? ¿Han dicho algo nuevo ese par de excelsos adalides de la patria? ¿Cuántos diputados asistieron y cuántos se pasaron la jornada en la cafetería? ¿Cuántas veces se pataleo y abucheo como en un cabaret de tres al cuarto? ¿Cuánto cobran sus señorías?

En cambio, lo que a todo el mundo le ha quedado claro, y por lo que pasarán a la historia estos días, es que ha muerto la más grande. Esta realidad plurinacional que ya sólo se llama España en los realitys (“Qué España decida”, que excaso márgen de decisión), no “is diferent”, simplemente is la hostia.

Pero eso no es lo más grave, lo realmente importante es que la más grande fue y será siempre Juanita Reina.

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