16 junio 2006
Puestos a cambiar... cambio de jefe

Mi jefa directa es como una madre: no nos deja vivir tranquilas. Pero por lo menos nos manda a casa cuando estamos enfermas, nos embronca si venimos a trabajar antes de curarnos, nos deja salir si tenemos algo que hacer, nos trae bombones y croissants de vez en cuando, y cuando alguien se encierra a fumar... entra, vuelve a cerrar la puerta y le pide fuego. (Sí, soy cómplice de tamaña fechoría, pero más me molestan las emanaciones tóxicas de los alérgicos al agua y todavía no han hecho una ley contra el guarrerío).
En fin, que casi me compensa el estrés continuo en el que me hace vivir. Porque para una mujer cuadriculada y meticulosa como yo (que ordeno hasta mi frivolidad y llevo una base de datos de mis despropósitos), no deja de resultar desquiciante padecer las instrucciones de una señora al borde de la jubilación, insegura, desorganizada, fóbica, automedicada, hiperventilada y con menos memoria que un grillo, y aún encima de un cariñoso empalagador (el día en que me preguntó si la quería se me fue toda la sangre a por tabaco y tardó un buen rato en volver, luego me tranquilicé cuando vi que hacía lo mismo con todo el mundo ¡Ay, cuánta ausencia de cariño!).
Vamos, que a veces creo que sí, que le tengo querencia, sobre todo esta temporada en que lleva unas semanas de baja y casi, casi empiezo a echarla de menos (¡Ay, cuánto cariño de ausencia!). Principalmente desde que me han comunicado que quizás ya no vuelva por traslado voluntario (no nos quería tanto como decía, la muy pérfida), y sobre todo porque me he enterado que el que ocupará su lugar es licenciado en derecho (Santa María del Casto Legajo nos ampare). Me muero por conocer sus corbatas.
Vamos, que a veces creo que sí, que le tengo querencia, sobre todo esta temporada en que lleva unas semanas de baja y casi, casi empiezo a echarla de menos (¡Ay, cuánto cariño de ausencia!). Principalmente desde que me han comunicado que quizás ya no vuelva por traslado voluntario (no nos quería tanto como decía, la muy pérfida), y sobre todo porque me he enterado que el que ocupará su lugar es licenciado en derecho (Santa María del Casto Legajo nos ampare). Me muero por conocer sus corbatas.
Comments:
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Estimada abakanada, el destino nos une de nuevo y nos deja a ambas sin jefa querida...
En el fondo no nos quieren nada y nos sustituyen como a braga revenía.
P.D_ Eso de la sangre que se va a por tabaco te hace merecedora de mi más honda admiración ;P
En el fondo no nos quieren nada y nos sustituyen como a braga revenía.
P.D_ Eso de la sangre que se va a por tabaco te hace merecedora de mi más honda admiración ;P
Si mi jefe me preguntara si le quiero...
Uff...
No,mejor no...
Prefiero no pensar.
Joder(a ver ahora como me quito la situacion de la cabeza).
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Uff...
No,mejor no...
Prefiero no pensar.
Joder(a ver ahora como me quito la situacion de la cabeza).
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