Mi vida era un Tango

Kabrona, te lo dedico, a modo de despedida:

14:45 del mediodía, jefa de sección, nivel tropecientos (mucha pasta), de brazos cruzados ante el mostrador donde se firma la entrada y salida de funcionarios. A las 14:50 ya está más que impacientada. (El responsable de pasar la firma se ciñe al horario) A las 14:55, absolutamente indignada por la actitud del susodicho responsable, exclama “si es que no lo deberíamos permitir... esta chulería. Deberíamos plantarnos todos”.
Está zorra ociosa, no sólo considera chulería que alguien le obligue a cumplir su horario de trabajo, sino que además estaría dispuesta a participar en reivindicaciones ¡para no cumplirlo!

Debe tener mucha prisa para largarse a casa en su berlina de lujo convertible automática, que se ha pagado con el dinero de nuestros impuestos.

Por cierto, que la hora oficial de salida de un funcionario son las 15:15.

Decididamente, a mí esto me supera.